El pasado 30 de mayo apareció en la red un artículo que hablaba sobre mi, sobre mi y mi trabajo: Lo que mi ojo no ve
Un compañero de twitter o de Patio del Pájaro Azul (como le gusta decir a él) se tomó la molestia de escribir un post en su blog hablando de mi trabajo. Se preocupó hasta de encontrar las fotografías más adecuadas, las que a él le han llamado la atención.
Cuando te dedicas a esta profesión no esperas nada a cambio, tan sólo la satisfacción personal de hacer lo que te gusta (que no es poco).
Que además te piropeen y te colmen de elogios, ya sea un cliente, ya sean un vecino de patio, es como si te tocara el gordo de navidad.
Desde aquí mi agradecimiento a todos aquellos que en algún momento me han dedicado palabras de aliento y apoyo.
Y por supuesto, un abrazo a mi amigo Adolfo @cosechadel66
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